Muchas veces nos preguntamos que podemos hacer para cambiar nuestra rutina, nuestros hábitos y costumbres para mejorar.
Como dicen, todo esta en la forma como vemos las cosas, a mi me gusta pensar que cada dia es un dia nuevo, lleno de nuevas oportunidades, nuevos encuentros y panoramas distintos.
Esto puede suceder incluso si nuestras actividades aparentemente son las mismas todos los dias, pon atención a las señales distintas que recibes durante el dia! Siempre hay nueva información esperando a ser vista por nosotros, lo único que se necesita es una apertura en la forma que percibimos.
Observa a las personas con las que convives diariamente, siempre habrá algo nuevo que aprender de cada una de ellas.
Ampliar tu visión te llevara a conocerte mas a ti mismo.
Esta manera de manejarnos en el dia nos convierte en meditadores continuos, en donde procuramos estar alerta el mayor tiempo posible:
1 observa
2 asimila
3 comprende
4 fluye
5 vive y deja vivir
Cuando a veces menciono esto con algún paciente la respuesta inmediata en reflejo... Marco eso esta muy difícil , sin embargo yo veo mas difícil el retener pensamientos y emociones por años!! Y recordarlas en ocaciones todos los dias!
Que creen ustedes que les cuesta mas trabajo soltar?
Alguna suposición?
Algún prejuicio?
Algo que hayan tomado personal?
Alguna situación que aun no es comprendida?
O quiza el dejar de ser víctima y no buscar culpables?
Todos de alguna forma nos llegamos a enganchar en alguna de estas, puede haber mas, pero por ahora son las que se me ocurren.
La pregunta quiza es:
¿ Que nos impide sentir que cada dia es una oportunidad de transformar la vida?
Gracias por contestar mi comentario. Estoy totalmente de acuerdo con que estamos enganchados a algo que no nos deja vivir. En lo personal, si lo estoy y cada vez que surge algún detalle que lo detone, empiezo a pensar, a sufrir, etc. Mi miedo!!!!! Ahora que estuve de vacaciones con mi hija, me eché de las tirolesas, cosa que siempre me daba miedo todo lo que fuera aventuroso, miedo a las alturas, a que me pase algo. Sin embargo, lo hice, no pasó nada en lo físico, pero si en mi interior. Vencí algo de mis miedos y lo que pasó fue es que disfruté mucho el paisaje, a mi hija y a mi nieto. Hay que seguir adelante venciendo los miedos que todavía yacen en mi interior, para dejar fluir la vida y vivirla apasionadamente, alegremente, amarla y disfrutarla.
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