Sin esfuerzo no hay ganancia

El maestro del budismo Zen una ves menciono, " el dolor es una ilusión " el decía, el cuerpo siempre esta hablandonos, el dolor es un pensamiento que nos indica que todavía sufrimos de autoapegos.
Cuando iniciamos la practica de la meditación inevitablemente sentiremos varias formas de incomodidad. En este caso, esas molestias son un buen síntoma e indican que estamos progresando. Sin esos esfuerzos no progresaríamos y continuaríamos de una manera inconsciente con nuestros malos hábitos.

Las formas mas comunes de malestar y de incomodidad son el adormecimiento, los calambres o el dolor severo en nuestras piernas, rodillas y tobillos. Esto se debe a que tenemos apegos a nuestro cuerpo fisico, es un reto para nuestros hábitos físicos y mentales. En este caso debemos ignorar y tolerar el dolor por espacios de tiempo cada ves mas largos En cada sesión de meditación. Eventualmente el dolor desaparecerá, pues con el tiempo, la mente comenzara a soltar su apego al cuerpo físico. Sin embargo, si dejamos de meditar, perpetuamos los apegos a nuestros malos hábitos.
Por esta razón debemos relajarnos y perseverar cuando sintamos alguna incomodidad.

Como el viejo adagio dice " el tiempo de crisis es el tiempo de cambio en nosotros, pero solamente si atrapamos la oportunidad ". Esto quiere decir que no debemos sentir temor por la incomodidad cuando meditemos, pues gracias a ella podremos cambiar y mejorar nuestras vidas. Todo crecimiento trae consigo dolor.